Siempre admire mis propias palabras, esa capacidad de convertir la
oscuridad en azúcar. Una capacidad sobrevalorada, y me animaría a
decir "despreciable", donde 8 de cada 10 blogs repiten en
cada posteo la misma mierda usando palabras mas crueles / mas dulces
que yo.
Que mas da? Seamos hijos de puta.
_
En el aire.. Mirándome, engañándome. Creyéndose
invisible.
Una figura blanca, indescifrable, de cuestionable forma humanoide.
Solo nos rodea luz, blanca, incandescente y cegadora. Un ruido, un LA
Mayor insoportablemente distorsionado inunda esta inmensa piscina que
nos contiene.
Me encuentro aturdido, desorientado. Ignorando que es arriba y
abajo, si estoy parado, tirado o flotando en tu imaginación. Pasan
segundos o décadas, pasan medidas de tiempo que no logro comprender.
Y me doy cuenta de que no puedo continuar así, dedico lo que resta
de mi atención a lo único que puedo comprender.. Tus ojos.
Negros, desafiantes, arrogantes y completamente ajenos a lo que me
sucede. Me observas con atención, pareces esperar que tome una
desicion. Entiendo lo que piensas. Tus burlas. Tus risas. Tu
indiferencia.
Siento calor bajo mis pies, miro y veo arena brotando entre mis
dedos. Pero vuelvo a mirar tus ojos, entiendo que perderte de vista
una vez mas implicaría el fin del tiempo. Y teniendo suelo bajo mis
pies no dudo en caminar hacia ti. Tus ojos comienzan a prestarme
atención, sin haberla notado antes tu boca se convierte en una linea
ligeramente curva, una sonrisa quizá. Mis pies arden como si pisara
brasas pero no me detengo. Tu sonrisa ya es completa, casi al punto
de mostrar tus dientes. Pero tus ojos cambian, ya no me observas
pacíficamente, ahora son los ojos de un depredador que espera el
mejor momento para saltar como un rayo sobre su presa. Comienzo a
detenerme, el temor me enloquece y me doy vuelta procurando volver
sobre mis pasos. Donde había arena ahora encuentro vidrios y donde
estaban tus ojos..
No debí perderte de vista. Sabia que no debía perderte de vista.
Al girar nuevamente, al buscarte entre la eterna luz.. todo se
vuelve silencio. Ya no eres etérea, no eres luz.
Eres una dulce niña que me pide amablemente que me detenga, que
me muestra como mis pies enfrentados a los suyos están rodeados de
sangre. Me pides que me detenga porque no quieres dejarme ir, porque
sin mi te mueres. Y de pronto, el depredador convertido en presa
llora por tantas palabras derrochadas. Ahora tus ojos sufren tu
propia indiferencia.
Puedo escucharte, puedo verte y sentirte. Puedo decirte tantas
cosas. Innecesarias, el llanto en tu rostro ha dicho todo. Hora de
partir. Hora de verte sufrir. El miedo me alejo de tu magia, de tu
imaginación. El miedo me cegó y gracias a eso, gracias a no ver,
pude sentir. El fin del tiempo.
He esperado tantos años este momento...