Los verdaderos sonidos de la libertad...

La libertad me aconsejó, y acá estoy yo. De cara al viento que esta por venir.
La soledad me acompañó, y allá voy yo. Soy el viajero que esta por partir.

Es un cierre preciso, hermoso. Perfecto.. Único.

La asfixia fue tan grande, tan absurda. Tan oscura.. El silencio. Los ojos cerrados. La respiracion agotada. A medida que los segundos pasaban e ibamos desapareciendo, esa paz inundaba nuestros corazones.

De todo lo que hice.. De nada me arrepiento.
Para lograr tal tranquilidad, tal felicidad.. Debíamos morir.

De todos mis errores defiendo los momentos en que la libertad me acompañó.

Ahi estabamos, nuevamente, de la mano tirados en el suelo, nieve, niños corriendo, recuerdos de un futuro juntos. Vos corriendo a sanar la rodilla raspada de nuestra hija. Esto lo recuerdo. Vos diciendome que nos vayamos, que ya era tarde. Esto lo he vivido. Vos, mirandome a los ojos, con una mano en el pecho y llorando. Sin poder formar una palabra en tus labios dañados por el frio. Esto lo he sufrido. Y una gota de sangre queda en mi mano, como el ardiente recuerdo de tu amor.

Esto ya lo he escrito.

Y acá estoy yo, de cara al viento que esta por rugir.
Nieve, sangre, rio, sol, aire fresco, tu cabello. Jamas olvidaria ese aroma...

Soy el viajero que esta por partir.

Texturas, paso tres.

Los días pasan desinteresadamente hasta que, con suerte, te vuelva a ver.

Pero va mucho mas allá de verte. Al punto de retener sentimientos suspendidos en la eternidad, por horas, con la mirada perdida en el horizonte mientras imagino que me abrazas en un arranque de redención.
O tal vez lo contrario, tal vez aquí estas, durmiendo luego de hacer el amor, y mientras te escribo te doy un beso que se hace eterno. Mientras todo alrededor estalla en el fin del tiempo.

Esa percepción tan defectuosa del tiempo y la realidad, sumada al color saturado que provoca tu mano tomando la mía, generan un ambiente utópico. Ideal para que el amor se sienta a gusto.

Tu mano tomando la mía...

Quisiera recorrer la eternidad del amor a tu lado, sentir la desolación de la nada misma luchando por atención con la belleza de las estrellas. Todo opacado por tu sola presencia.

Tu sola presencia...

Vuelvo mi cara hacia la cama, intacta, nadie duerme en ella. El recuerdo de tu amor es confuso.
Cierro los ojos, reinicio, vuelvo a mi vida normal. No existes. Tu no existes. Tu ya no existes

Tu ya no existes en este mundo, ni en mi corazon.
Quizá en los sueños que cree para los dos.
No eres mas que un sueño al que ocasionalmente recurro.
 

Texturas, paso dos.

Segundos después de que tus labios enciendan los míos te diste vuelta, te marchaste.
Eso, que pudo ser la historia mas grande de todos los tiempos, tuvo un final demoledor. Demoledor para los corazones involucrados, de hecho, el único corazón involucrado parece ser el mío.
Pero como evitar recordar esos besos tan llenos de pasión. Parecías amar de verdad cada instante en que nuestros labios se encontraban. Yo también.
Volveremos a hablar, a vernos. A besarnos y amarnos. Ese día no te dejaré escapar.

Sin mas, los días vuelven a su decoloración habitual. Casi grises, casi sin vida. Con espontaneas reacciones, golpes de color al recordar tu humedad en mis labios. La vida seguirá su curso, sin curso, hasta que tu amor me reclame.

Pero claro, nunca es suficiente. El daño jamás es tan grande, no podría detener un corazón.
Y mentí alevosamente al decir que sin ti no podria seguir.

Ese dia te cargaste mis ilusiones, mi confianza, mi esperanza y mi fe. Ese dia te cargaste todo lo que supe ser. Ahora mírame, aquí arriba. Disfrutando de todo lo que se fue con tu adiós.

He crecido. He aprendido. He reconocido mis errores, y hoy puedo decir con toda confianza...
Que soy un hombre de verdad.

Aunque, a decir verdad, ciertas noches extraño ser tu imbécil.