Si hay algo que me gusta del invierno es como los rayos del sol avanzan en horizontal entre los edificios y rebotan en tu mejilla, cabello y eventualmente ojos cuando te das vuelta a preguntarme "Que?" con esa preciada actitud de mierda.
Subis al tren, te ves muy bien.
Te sentas sin saludar, tu ropa huele a cigarrillo. Casi por casualidad rozas mi pierna con tu abrigo. Voy a viajar, a otro mundo me llevas. No hay nadie mas. No tengo miedo, estas acá. Afuera la ciudad desaparece y se cubre con el mar.
Vos me mirás.
Te cuidaré.
Me cuidarás.
Vos me mirás.
Te cuidaré.
Me cuidarás.
Al día siguiente...
Dos dedos en el hombro y abrir los ojos, helados. Adoloridos. Finalmente descansados. Y despertar un mundo nuevo. Donde hay nieve de verdad y reacciones para vivir. Además de sangre de fantasía. Donde superamos todas las expectativas.
Y ahora.. Qué?
Dos dedos en el hombro? Quién?
"Me lastime la rodilla.."
Fin del camino, my dear_
Suscribirse a:
Entradas (Atom)